Es bien sabido que muchas personas viven de alquiler sin que exista un contrato de arrendamiento de la vivienda que lo acredite . El no probar por escrito la situación de alquiler puede suponer un gran riesgo y dificultar diversos posibles trámites.

Sin embargo es muy importante aclarar que no tener un contrato de alquiler es completamente legal como nos dice la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), pudiéndose tener un contrato de alquiler verbal.

Riesgos de no tener contrato de arrendamiento

Cuando los inquilinos abandonan la vivienda pudiera ser difícil que el propietario la recupere.

En caso de mala praxis del inquilino,  el propietario nunca podrá demostrar que se esté incumpliendo algo pactado ya que no consta por escrito.

En caso de incumplimiento de pago de rentas o iniciativa del inquilino de pagar menos es también difícil demostrar que el inmueble está alquilado.

La inexistencia de contrato legal puede dificultar la obtención de ayudas o prestaciones ya que no se puede justificar que se vive en alquiler.

En el caso del pago y devolución de la fianza , ambas partes  podrán tener problemas si se asegura haberla devuelto por parte del propietario y que no sea cierto,  o si el inquilino niega desperfectos ya existentes en el inicio de su estancia, y no haya contrato con inventario ni información descriptiva  ni gráfica de cómo estaba el inmueble al ser entregado.

Qué hacer en caso de alquiler sin contrato

Cuando no hay contrato por escrito se debe, sin embargo, ingresar la fianza en entidad bancaria y declarar los ingresos en la Renta para evitar multas que pueden ir desde 50% hasta el 150%

Es recomendable guardar recibos y facturas; guardar los mensajes previos o, directamente, redactar un contrato de alquiler.

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